
Hola a tod@s. Hoy os quiero hablar un poquito del lugar en el que vivo, Ibiza, una isla maravillosa, llena de libertad, luz y magia natural y que, quien más quien menos, todo el mundo conoce por sus fantásticas calas y sus reconocidas discotecas. Sin embargo, Ibiza es mucho más que sol y fiesta, ya que también puede presumir de tener sobre sus espaldas una historia más que interesante. Una historia, que bien podría resumirse en su recinto amurallado, el cual, a lo largo de los siglos, ha sido testigo mudo de conquistas y reconquistas, de heroicidades y traiciones, de auge y caída de imperios y civilizaciones. Unas murallas que, en el año 1999, fueron reconocidas merecidamente por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, y que nadie que pasé alguna vez por la isla debe abandonarla sin visitarlas, aunque, advierto, el paseo es empinado y cansa un poco, pero una vez arriba es más que reconfortante.
Por eso, porque para mí último cuadro quería pintar algo relacionado con Ibiza, fue que elegí el recinto amurallado visto desde lejos y de enfrente, alzándose majestuoso sobre el resto de la ciudad. Una imagen más que habitual en fotos y postales de la isla (como la del encabezamiento del post) y a la que yo he querido darle mi toque personal pintándola con una base de papel de seda, para rematarla luego al óleo.
Y, bueno, aquí está el resultado.
Deseando que os haya gustado, recibid todos un saludo. Hasta mí próximo post.