En casa casi nunca teníamos esta costumbre de tomar el aperitivo, a no ser, algún día de fiesta, o algo especial.
Donde el aperitivo si es casi “sagrado”, es en casa de mi suegra, desde que falleció mi madre, mi suegra nos invita un día a la semana a comer a su casa, ( tengo que decir que me viene fenomenal ya que este día me olvido de la comida ), y siempre antes de comer tomamos el aperitivo, ponemos patatillas, aceitunas, mejillones, etc. y este es un ritual que me encanta, nos sentamos en el sofá y comentamos o debatimos cosas, antes se sentarnos a la mesa a comer.
Es por eso que he querido regalarle esta nueva manualidad, que se trata de una bandeja, y un servilletero para que podamos servir el aperitivo.
La verdad es que me ha llevado bastantes horas de trabajo, pero se que le gustará y eso me compensa todo el trabajo.
Bueno deseo que os haya gustado este post, y me despido hasta el próximo.